Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo
Le dice qué rico huele tu perfume y le pide permiso para acercársele al cuello. Ella cede, ansiosa por sentir su aliento, y con esa leve bocanada la sensualidad de esos adolescentes guaynabitos alegra el andén Torrimar del tren urbano.