Ojos que no quieren leer sobre genocidio
Por Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo
En los primeros capítulos de este libro se presentan las limitaciones de la tipificación penal del delito de “genocidio” para abarcar la complejidad de los fenómenos de violencia extrema.
Con la intención de deconstruir la definición criminalista insuficiente de la palabra “genocidio”, el autor presenta múltiples atrocidades que quedan fuera del encausamiento procesal jurídico. Además, explica cuáles han sido las condiciones que se han considerado en la historiografía para abrir este concepto y, en consecuencia, fijar responsabilidades en papel y política sobre tantas masacres impunes.
Tras haber visto los argumentos de los abogades de la República de Sudáfrica e Israel ante la Corte Internacional de Justicia sobre el genocidio contra los palestinos por televisión, y luego de haber digerido la decisión sobre medidas provisionales emitida por ese tribunal, me es imperativo avanzar en la lectura del texto “Historia, Memoria y Ficción: Debates sobre la representación de la violencia extrema“, del profesor Carlos Pabón @cpabonortega (Ediciones Laberinto, 2022).
Aunque me negué por más de un año a abrir este tomo después de haberlo comprado en el Viejo San Juan, llegó la hora de someterme, entregarme por completo a este análisis del espanto.
Máxime, porque repasar este asunto terrible desde la incomodidad letrada que resaltan sus páginas “muy tranquilito” desde el sofá, la butaca o el escritorio —ubicados en la “apaciguada” zona puertorra— es una molestia insignificante en comparación con el sufrimiento “indecible e irregistrable” que provocan los exterminios.