El inmenso trabajo gubernamental de este césar civilista quedó simbolizado en esta pieza por la pluma entintada (al lado izquierdo del observador), el botón desabrochado en el puño de la chaqueta y la espada (del lado derecho).

Por Manuel Clavell Carrasquillo

De la Redacción de Estruendomudo

Este retrato muestra al emperador Napoleón Primero, hijo predilecto de la revolución burguesa de 1789, en su faceta de “workaholic”; trabajando hasta altas horas de la noche en su despacho de las Tullerías de París, según el significado de la vela apagada, de acuerdo con la teoría de Bryan Zygmont.

El inmenso trabajo gubernamental de este césar civilista quedó simbolizado en esta pieza por la pluma entintada (al lado izquierdo del observador), el botón desabrochado en el puño de la chaqueta y la espada (del lado derecho).

No obstante, la contundencia mundial de las leyes napoleónicas quedó inmortalizada en esta obra mediante el rollo que se observa sobre el escritorio. El documento enrollado es el Código Civil de 1804, que aún tiene vigencia jurídica en Puerto Rico, incluso bajo la pandemia.

Esta pintura, que tanto contrasta con las imágenes endiosadas de Napoleón, con corona de laureles y cetro, según señala Zygmont, fue comisionada al artista Jacques-Louis David, quien la culminó en 1812. Es parte de la colección de la National Gallery of Art, Washington, DC.

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