Las patentes de Ricky
Por Jay Olivo Roca
Especial para Estruendomudo
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Foto de Herminio Rodríguez:
“Escondido entre las ramas”.
Dedicatoria… a Ricardo “Ricky Rosselló, precandidato a la gobernación y científico que, aprovechándose de que en la República Popular China cualquiera puede patentar fármacos y productos previamente patentados en América y la Unión Europea –sin consecuencias legales– la ha “puesto en China” con su supuesto colega Chu-Lon.
Ricky es todo un campeón,
científico prominente
y tenedor de patentes
en la China y el Japón.
Ricky patentó el condón,
el vibrador, las chancletas,
los “boxers”, las camisetas,
la cura de la malaria,
las toallas sanitarias,
el cloro y las pantaletas.
Con el químico Chu-Lon,
que es su compinche en la China,
Ricky patentó la harina,
el cuajo y el chicharrón.
También patentó el tostón
(el de comer, por supuesto)
y a su vez patentó presto
en India leche sintética,
que allí las vacas –por ética–
no le dan su leche al Kresto.
Patentó el mabí en Irlanda,
el cuchifrito en Liberia,
la marifinga en Nigeria
y la gandinga en Holanda.
El ron pitorro en Uganda,
el funche en Afganistán,
la alcapurria en Paquistán
y, sin mucho disimulo,
los guineos rompeculo
los patentó allá en Irán.
Se sabe que en Costa Rica
Ricky tiene las patentes
del champú, del detergente
y la vacuna del zika.
Los bombones pica-pica
el gandul y el quimbombó
él también los patentó
y hasta el ñame y la yautía
los patentó en Etiopía
el nene de Rosselló.
Pero no es todo, en el Congo
ya patentó la peinilla
y en Marruecos la morcilla,
los guanimes y el mofongo.
A Kenia llevó el mondongo
y es seguro que en Vietnam
tenga patentes del pan,
de la arepa, el pollo frito,
del tembleque, los quesitos,
del majarete y del flan.
Ricky patentó los “druns”
en Irak, y en Las Malvinas
el chico “la puso en China”
con su serie “Game of Thrones”.
Además, dice Chu-Lon,
que inscribió allí el crispé,
la salsa, el vino, el café,
el alcoholado, el tofú,
la aspirina, el tamiflu,
la Palma y en P.N.P.
Como escritor muy prolífico,
Ricky es sustancia y no espuma
y es tan bueno con la pluma
como en el campo científico.
Un libro suyo magnífico
–Cien años de soledad–
alcanzó notoriedad
cuando en lengua mandarina
se publicó allá en la China
con prólogo de Noai-Na.
La película Il Postino
la patentó en Alemania
y, como suya, en Albania,
la secuela de El Padrino.
Junto a su colega chino,
con presteza y alegría,
patentó E.T. en Hungría
y sorprendiendo a Jacobo,
Ricky registró en Kosovo
el éxito Dios los Cría.
Dio un saltito hasta La Habana
y aprovechando el detente,
registró allí la patente
del habano con Obama.
Luego, de muy buena gana,
como ese chico es tan “cool”;
con su banderita azul
de la Palma se fue un día
y registró allá en Turquía
su novela Fatmagül.
Que el científico fatulo
Ricardito Rosselló
también patentó su yo
con su carita de c… hulo.
Con su ingenio de caculo,
Ricky acaba de grabar
un “jingle” pa’ “esbaratar”
a la Pava en la elección,
ya se escucha su canción:
“Esto tiene que cambiar”.
Con la patente en la mano
de demócrata sin par,
Ricky aspira a gobernar
al gusto republicano.
Por eso tiene entre manos
apoyar sin más ni más
que los gringos desde allá
nos pongan bajo la bota
y aplaude con Chiquitota
que nos caigan a patás.
El Plan de Control Fiscal
fue y lo avaló en el Congreso,
sin importarle al sinseso
si era o no era colonial.
Luego, con aire triunfal,
dijo alzando las dos manos:
“Hoy me siento muy ufano
en la Isla del Coquí
y, aunque demócrata aquí,
allá soy republicano”.
Paradojas de un Fulano,
que lo ha patentado todo:
el Vicks, el Ben Gay, el yodo,
el auto y el aeroplano.
El científico de guano
patentó en Utah la lata,
en Nevada, la batata
y registró en Minnesotta
el “new look” de Chiquitota
y la sumisión barata.
En la Junta de Elecciones,
acusando donativos
de muertos y casi vivos,
ha recaudado millones.
Entre otras aportaciones,
reportó del más allá
mil de don Pepe Salva;
mil de Harry Besosa,
tres mil de Celso Barbosa,
y ocho mil de Agüeybaná.
Que Dios nos libre del mal,
de este impostor y embustero,
que nos dejaría en cueros
con su estilo “original”.
Sería una elección fatal
si, a título de realeza,
nos tomara por sorpresa
este chico temerario
y patentara el erario
de llegar a Fortaleza.