Textos de Manuel Clavell Carrasquillo
Fotos de Herminio Rodríguez
De la Redacción de Estruendomudo
I. Partido Popular Democrático (PPD)
De montañas y praderas bajan a azuzar a su gallo Bernier, con camisetas y guayaberas marcadas con la pava, más el logo de alguna otra corporación. Los esperan los kioskos con los bacalaos de los servidores públicos del ELA y correligionarios del centro del corazón del rollo de la gran familia del Partido Popular.
Las tumbacocos encendidas en el fuego popular anuncian que tiene miedo el adversario penepé. Pero eso no detiene al avanzador que pide el voto para que Josie retenga el Senado.
Al son del merengazo del Poder del Swing, la gente reflexiona en las palabras del los oradores en tarima: un cooperativista y un agrónomo vestido de vaquero con correa de cuero apretá que llaman a votar por Bernier, el hombre “que viene a arreglar la casa”.
Las huestes afirman hoy su posición en el juego político del país, y una doña alocada por el éxtasis del avivamiento en medio del mar de banderas te pregunta: ¿Ganaremos? “Ay, yo no sé, hasta que no se cuente el último voto no se sabe”.
El orgullo municipal de Hatillo, modelado por la reina de belleza con pamela, y la seriedad con la que la niña de la cinta de Bernier se toma esta producción, no salen al aire durante la transmisión oficial del PPD, que compró espacio en Radio Isla para difundirla.
La frase “más combinaos que una papeleta” envuelve a la pareja de viejos en la misma sensación festiva y carnavalesca del fichureo electoralista, perfecto para afirmar la pertenencia a la tribu burlándose del enemigo y satirizando la realidad.
Todas estas cosas que veréis se aplacan con fritanga, sorullos de maíz, rellenos de papa, o se sufren en la ignorancia de los que se quedaron en casa ocupándose de otras tácticas de la evasión.
II. Partido Independentista Puertorriqueño (PIP)
El avanzador pipiolo señala la ruta de la marcha por la independencia presidida por la candidata a gobernar: de la plaza del colonizador a la corte de los federicos, como les dice el vulgo a los yanquis. Vamos a darle por ahí pa bajo sin problemas que nuestra guagua está guardada en el de Doña Fela, pensaste.
Lo bueno de hacer un cierre de campaña política en la ciudad vieja es que uno puede presentarse, vestido negro anarquista, a testificar cómo un trabajador le dice al deambulante que piense bien dar la foto, porque se le escapa un peso de turistas. A eso se contesta con un “¿qué pesa más, el dinero o la fama electorera?”.
Se puede beber ron curao en coco, y cerveza, en un bar dominicano mientras uno ve a los viejos de ochenta intercambiando tácticas con el candidato Adrián a la alcaldía de la ciudad patria.
Y más acá del Yulinato, la cruz pipiola se ventea, y se sacan a pasear los rosarios, las rosas de la socialdemocracia, la imagen del Che Guevara, en medio del marullo de un rumbón plenero glosado por un veterano de la izquierda que le explica a un muchacho arropao por la bandera que cuando la insignia nacional se pone al revés significa que hay un pueblo pidiendo auxilio.
María de Lourdes pide gobernar por el PiP y usa el ícono de la maternidad gozosa de las matrias para simbolizarlo al pueblo. Toda trapitos de algodón y ternura borincana, con espinas, ella protesta contra la Junta para llegar a Fortaleza.
La candidata se maquilló antes de subir a la tarima porque luego de la salida de la marcha por la calle San Francisco sudó largo y tendido. La mojaron las gotas implacables del aguacero.
Con esa aura refrescada ante el llamado electoral a la utopía, los militantes del PiP alzaron los puños zurdos a su paso por el ayuntamiento y, picados por el voceador de los altoparlantes, condenaron la colonia y a los traidores de la patria.
El resentimiento fue momentáneo, pronto un fuetazo de merengue se apoderó de los electores, que entonaron con María De Lourdes, micrófono en mano, un canto a eterna victoria simbólica de esta tribu.
III. Partido Nuevo Progresista (PNP)
Las masas penepés vienen de Yabucoa y de Lajas al cierre de su campaña política en el centro de convenciones del ELA, a toda carrera y en guaguas chinita, para encontrarse con el tapón en una tarde nublada donde el partido PNP va a pedirle al pueblo que se usen los mecanismos del gobierno para cruzar los puentes coloniales y reclamar la estadidad en Washington.
Otro aguacero torrencial permitió la emergencia de los charcos del reflejo del cierre de campaña electoral de los penepés, que más allá del reclamo por el frío del hielo para calmar las llamas tropicales estaban ready para comer carne frita en el chinchorro portátil de los guaynabitos de O’Neil.
Un bombero, y empleados públicos de la ACAA y el Fondo del Seguro del Estado, escuchaban el reclamo de una de las oradoras para hacer una reconquista bestial, sin piedad alguna, contra los populares, todo esto entres estampas parodiadas por un juglar con cascabeles de la memoria republicana de don Luis A. Ferré y las instrucciones del representante Rodríguez Aguiló para que todos los que estaban detrás de la muralla de los abanderados se tomaran un selfie para que lo compartieran entre sus contactos de las redes sociales.
Pero el furor y el delirio del pueblo que representa Ricky Rosselló lo desató Gustavo, cantante del grupo La Secta, al presentar en tarima a Carlos Romero Barceló.
Y todavía rockea el viejo, según se pudo constatar.
El torrente de agua de coco fría ablandó en fanguero el terraplén del cierre de campaña de los penepé. Eso no impidió que las matronas y los niños guarecidos asintieran al Caballo cuando, desde la tarima, recordó que quienes pusieron el tax de “la vampirita” fueron los de Alejandro.
En ese momento, Carlos Bermúdez indicó al maestro de ceremonias desde la carpa de la prensa que había que mover las pancartas altas para conseguir un tiro de cámara limpio. Ahí me di cuenta de que la camiseta de la señora novoprogresista tenía una estampa rural del paisaje del pueblo de Corozal.
Al templete subió el tiburón blanco, Rivera Schatz, con su equipo de comunicaciones, lo que alborotó al foso; que permanecía preso y eufórico en lo que subía, –con aire de “mater salvatoris”– Maga Nevares, la madre del candidato, Ricardo Rosselló.
Nada de eso, ni de lo vivido en esta campaña con el fotógrafo, te hizo doblar rodilla, excepto la imagen de un macharrán de los servidores públicos energéticos salando la paella [o el arroz guisao con todas las carnes] que se iban a comer.
Nos vemos frente a las urnas. ¡Que gane el mejor!
Manuel Clavell Carrasquillo es periodista, abogado y profesor de comunicaciones en la UMET.
Herminio Rodríguez es fotógrafo y profesor de fotografía en la Universidad Interamericana.