Escribe: Eli Deal Trunco
Especial para Estruendomudo
En medio del gran desmadre
que vive nuestro país,
Ricky nos ha dado el sí
con todo y células madre.
Aunque a algunos no les cuadre,
el chico es una eminencia,
político, hombre de ciencia,
columnista original,
cruzado del ideal,
paradigma de elocuencia.
Como todo un Rosselló,
Ricky nos viene a sacar
de todo este lodazal
en que el padre nos hundió.
Con esa meliflua voz,
el nuevo Premio Nobel
tiene alrededor de él
una pléyade de estrellas
con Chiquitota entre ellas
y el ridículo de Abel.
También le hacen compañía
Vega Borges, Gary, Buzo
y, aunque están casi en desuso,
Mr. Bloop y Leo Díaz.
Con tan gruesa artillería,
el ejército está presto,
todos con aire dispuesto
a la batalla en caliente,
vienen a arrasar de frente,
a arrasar el presupuesto.
Son parte del pelotón
Castro Font para el Senado,
McClintock comisionado
y Chemo en Educación.
Completarán la ecuación,
sin que ninguno se ofenda,
Melinda, que es estupenda;
en Presupuesto, Lutgargo,
y el genial Víctor Fajardo
para dirigir Hacienda.
Ricky bajará la luz
y bajará las chuletas,
pondrá el peaje a peseta
y a vellón el “baby food”.
Pondrá un trencito “choo-choo”
desde San Juan hasta Caguas,
bajará el costo del agua,
quitará el roto de las donas
y a las viejas sabrosonas
les bajará las enaguas.
Chanchullando en Ciencias Médicas,
como todo un profesor,
este pichón de doctor
“pichó” la carga académica.
Por pura envidia biomédica
lo “renunciaron” un día,
pero antes escribiría
Cien Años de Soledad
y compondría además,
su Novena Sinfonía.
Seis tratados nos legó
sobre las células madre,
que orgullo son de su padre
y que aquí enumero yo:
Vida de Mamá Yoyó,
Madres Locas de Remate,
Cinco Madres al Ataque,
Madrecita Sólo Hay Una,
Madre Vampira en la Luna,
La Madre de los Tomates.
El también autor del Cid,
Don Quijote y La carreta,
dice tener la receta
para salvar el país.
Gracias al Plan Tenesí,
nombrará a diez congresistas
que irán a un caucus racista
a exigir la estadidad
y esta será realidad
cuando el mosquito sea avispa.
Entonces con rapidez
crecerá la economía
y en menos de cinco días
sólo hablaremos inglés.
Y morirán de una vez
los pasteles y el lechón,
el gandul y el chicharrón,
las alcapurrias, las panas
y comeremos con ganas
sólo “apple-pie” y “pop-corn”.
Si ahora con Agapito
pasamos las de Caín,
nos lleva el demonio al fin
porque Ricky es igualito.
Son los dos unos blanquitos
de posturas antiizquierda,
mente retrógrada y lerda,
brutos hasta la capota
con una gran cabezota
todita llena de mierda.