Ante la muerte natural del acusado y detenido General Augusto Pinochet
Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
Nunca imaginó el dictador chileno que el brazo largo de la ley lo tocarÃa en Londres, mientras convalecÃa de una operación quirúrgica y era felicitado por su protectora la Tatcher. Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional española, habÃa activado una orden de captura internacional para que compareciera al proceso en su contra incoado por el Estado en favor de los ciudadanos españoles detenidos-desaparecidos bajo su siniestro mandato, que duró 17 años infames. Existe responsabilidad penal internacional, pero el sátrapa logró esquivarla argumentando una condición de insanidad mental.
El juez Garzón, con su acción firme ultramarina, que aplica de igual modo contra los responsables del terrorismo del nacionalismo vasco de izquierdas, desencadenó el principio del fin del manto de impunidad que muchos trataron de utilizar para encubrir al terco hombre de las gafas oscuras, el traidor (no hay que olvidar que traicionó la delegación militar que le hiciera el Presidente Allende) asesino general Augusto Pinochet. ¿Cuánto puede castigar a un autócrata un proceso judicial, sus onerosas citaciones, comparecencias e interrogatorios? No mucho, quizás. Sin embargo, para las Madres de la Plaza Mayo en Argentina, por ejemplo, el sometimiento se trata de gran cosa.
Ellas, como demócratas sin cortapisas, crecidas en términos polÃticos más allá de los lÃmites izquierda-derecha que suponen las muertes de sus hijos, entienden que la manera de pagar los asesinatos no es colocando al déspota en estado de excepción a través de la bala de un francotirador. Todo lo contrario, afirman que su fortaleza estriba en que los dictadores han tenido el beneficio que sus hijos no tuvieron: juicios públicos (no militares), justos e imparciales más, siempre pidieron, cárcel junto a los presos comunes.
De esa forma, no han devuelto sangre con sangre, sino con una ceremonia indeleble: al dictador habÃa que hacerle reconocer -aunque fuese esposado- que no está por encima de la ley y ese reconocimiento pondrÃa fin a su larguÃsima dictadura simbólica, pues estamos de acuerdo en que ésa es la peor de todas las posibles: roja o fascista, ¿qué más da? 30,000 detenidos desaparecidos en Argentina son fáciles de vengar pero no asà los efectos más tenebrosos de la tiranÃa insertada en las mentes de toda la población.
Gran respeto, entonces, para los valores cÃvicos del juez Garzón, las Madres y las organizaciones afines en Chile, para mà los verdaderos revolucionarios que celebran hoy. Lástima que el general haya muerto preso-domiciliario, aunque sin convicción, pero como él -en todas partes- hay muchos más.
La yerba mala, aunque tarde, sà muere. Y en este caso, el infame de Pinochet, pionero de la privatización a ultranza, autor en parte de una economÃa robusta, de la modernización espléndida de Santiago envidiable y de zanjar drásticamente las diferencias socio-económicas de Chile, murió cuando menos en la humillación. ¿Suficiente? No, nunca es suficiente. Pero una vindicación de todas formas.
Manuel:
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Gracias por tus palabras, Manuel. Son muy ciertas. Yo sólo espero que los espÃritus de todos los que mató, torturó, lanzó a volcanes, o al mar, o que quemó en hornos, hayan estado al pie de su cama, esperando por él. Que al momento del último aliento, le hayan tomado la mano y le hayan dicho “nos vamos, general. Usted se viene con nosotros por el resto de la eternidad”. No creo que sea mucho pedir.
Ahora: a no echar el poto a las moras. Que renazca Chile en paz. SÃ, po.
Que bueno que el viejo este murio. Que pena que no le pusieron el mameluco de preso. Sera Fidel Castro el próximo en irse? Caera en la misma categoria de asesino y dictador como Pinochet o lo recordaran como un gran lider de Cuba y el socialismo?
Bueno, al igual que muchos lamento que no se le haya podido procesar legalmente, sin embargo, espero que los juicios continúen como pidió Isabel Allende. Sobre Castro, sólo espero que todo el mundo lo recuerde como lo que ha sido un dictador más, el problema con el comunismo ha sido que no sé por qué estos hombres que buscan el bien común terminan por convertirse en dioses de sus pequeños mundos. Un nuevo tipo de Feudalismo se constituyó con el comunismo. Lo triste del caso es que fue una de las agendas polÃticas más prometedoras en su concepción teórica. Por lo menos a mi juicio. Asà que Congero, un libro que recién estoy leyendo que me recomendaron puede darte una idea de cómo se supone la gente recordarÃa a Castro: Antes que anochezca, de Reinaldo Arenas, chequéalo, quizás te dé una idea. Saludos.
Que murió impune… sÃ, pero es que esa clase de elementos siempre muere impune. La vida no les alcanza para purgar sus crÃmenes.
Yo sólo hubiese deseado que viviera como 100 años más, consciente de la humillación que permeó sus últimos años de vida. Que viviera 100 años más atrapado en un cuerpo enfermÃsimo y una mente muy lúcida.
Pinocho murió de noche porque de noche los niños no le temen al gobierno.
Esto es lo mismo que con el trauma, que es que ni el dictador se escapa de la tardia pero segura inscripcion de la herida en la historia. De todos modos, hubo justicia? Yo hubiera preferido que lo detuvieran en una de casa de cristal, vivo, convaleciendo, como fuera, junto a la Iron Maiden, pero expuesto sangre pulsante, y que lo vieramos en sus aseos de anciano, sus rutinas, hacerlo vivir en exceso lo que le nego a los que hizo desaparecer (o transparentarse) de tantas maneras.
el comandante no se va a morir, coño! el compañero fidel no se va a morir, carajo¡ cuándo van a aprender a identificar a los inmortales…
viva el arroz congrÃ!!!!
Hay otros castigos/torturas tan feroces como pérdida de la libertad: la culpa que te impone la conciencia. ¿Habrá Pinochet pasado por ese castigo? Espero que asà haya sido.